© Vilma Santillán (texto)
Con la primavera ya instalada en el hemisferio norte y la llegada de las Pascuas y a pocas semanas de la llegada del verano y del inicio de la temporada turística boreal alta, vuelve a la palestra la discusión (y también la instauración) de las tasas turísticas urbanas para ¿combatir? el sobreturismo.
Implantada la tasa turística por segundo año consecutivo en la ciudad italiana Patrimonio de la Humanidad, no parece ser ésta la solución para la saturación de su espacio turístico (21 turistas por cada habitante): analizados los datos del 2024, en los primeros once días de su implementación la ciudad recibió 10.000 visitantes diarios más que en 2023. Se debe recordar que Venecia recibe diariamente, en promedio, unos 75.000 visitantes y que quienes abonan la tasa de 5€ son aquéllos que no pernoctan en la ciudad (la tasa debe abonarse al menos tres días antes de llegar a la ciudad; si se abona a la llegada, el monto a pagar es de 10€). Por otra parte, el costo de la implementación del sistema costó 2,7 millones de euros en tanto que lo recaudado por la tasa turística fue de 2,4 millones de euros. Debemos recordar que la tasa turística se abona durante un período determinado del año, entre el 18 de abril y el 27 de julio, especialmente durante los fines de semana y las vacaciones.
Otro país europeo que está preocupado por el sobreturismo y la alteración de su hábitat es Noruega. Allí está en estudio la implantación de una tasa turística diaria del 3% del monto del alojamiento elegido, sea éste hotel, camping o propiedades de alquiler temporario. El proyecto de ley está en estudio en el Parlamento noruego y si es aprobado en estos días, entraría en rigor en este verano boreal, si bien la aplicación de la tasa sería opcional para cada municipio.
Finalmente, la Asamblea municipal de Kyoto, en Japón, aprobó a fines del mes pasado aumentar la tasa turística hasta unos 61€ por persona y noche a partir de marzo del año próximo. Esta tasa multiplica por diez la tasa más alta actualmente en vigor, de unos 6,1€ por persona y noche de alojamiento. El municipio de Kyoto espera recaudar unos 77 millones de euros en 2026 con esta subida de tasa, frente a los 32 recaudados en 2023. A esta tasa turística se suma la tasa de entrada/salida por aire y mar vigente desde enero de 2019 y cuyo objetivo al implementarla fue mejorar los servicios e infraestructura turísticos y reforzar el turismo en áreas rurales del país. ¿Se habrán alcanzado estos objetivos a más de cinco años de impuesta esta tasa?
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