“Prospekt Nevsky” (Mikhail Trakhman)
© Vilma Santillán (texto)
Supongo que la primera vez que escuché algo sobre el ‘Sitio de Leningrado’ debe haber sido en algún documental sobre la Segunda Guerra Mundial transmitido por televisión. Pero estoy bien segura de que fue en el verano de 1986 la primera vez que leí sobre ese trágico episodio histórico en la autobiografía de la gran soprano rusa Galina Vishnevskaya. Y es que ella fue una sobreviviente de ese sitio impuesto por el ejército alemán, que duró casi 900 días (entre el 8 septiembre de 1941 y el 18 de enero de 1944) y redujo la población de Leningrado, hoy San Petersburgo, a un quinto de la que había antes del inicio de la guerra.
Las páginas del libro que la autora dedica a ese período de su vida pueden, muy bien, ser ilustradas por varias de las 150 fotografías que actualmente se exponen en la muestra “El espacio interno de la guerra. El sitio de Leningrado en fotografías” en el Centro Cultural Recoleta. Hambre, desolación, destrucción, lucha, muerte pero también esperanza, voluntad, solidaridad, abnegación y reconstrucción nos muestran las imágenes en blanco y negro registradas por periodistas de la agencia TASS y otras de autores anónimos, las cuales en su momento fueron publicadas en periódicos y revistas de actualidad de la ex Unión Soviética.
De todas las fotografías expuestas rescato las siguientes como emblemáticas de la muestra, sobre todo por su excelente factura técnica y estética considerando la época y las circunstancias en que fueron realizadas:
“El puesto de observación en la terraza del edifico del cuartel general”, realizada por Grigory Chertov en agosto de 1941, muestra a un vigía entre las patas de un caballo de la cuadriga que corona dicho edifico, mientras al fondo se ve la ciudad, aún intacta, en un luminoso día de verano.
Los primeros efectos del sitio son registrados el mismo año por la cámara de David Trakhtenberg en “Después de los primeros bombardeos de artillería”: un reloj que cuelga en una esquina de la ciudad aparece destruido luego de los primeros bombardeos.
“Prospekt Nevsky” fotografiada por Mikhail Trakhman en mayo de 1942 muestra ya los efectos del sitio sobre la población civil (dos mujeres arrastran por dicha avenida un cadáver sobre un improvisado trineo), al igual que la imagen registrada por un fotógrafo anónimo de un hombre recibiendo su miserable ración de pan el mismo año.
En “Adelante. Por nuestra Patria Soviética” de Vsevolod Tarasevich, un soldado soviético arengando a sus camaradas de armas en diciembre de 1942 parece dialogar en una intertextualidad visual y compositiva con el famoso “Miliciano” de Capa.
Por último, luego de más de dos años de sitio alemán, M. Trakhman registra sus efectos devastadores sobre la ciudad en abril de 1943 en “La calle 9º Regimiento Rojo después de un bombardeo de artillería”: el marco de la puerta de una habitación de una casa bombardeada encuadra la vista de una ciudad totalmente en ruinas.
La muestra ha sido curada por Evgeny Berezner, Irina Chmyreva y Natalia Tarasova, y puede verse hasta el 26 de agosto en la sala C del Centro Cultural Recoleta, Junín 1930, Ciudad de Buenos Aires, en el marco del Festival de la Luz 2012. La música de la Séptima Sinfonía (también conocida como Sinfonía de Leningrado) compuesta por Dimitri Shostakovich durante el cerco a la ciudad y estrenada allí durante el mismo, acompaña al público mientras recorre la muestra.
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