Isla de Capri, Villa San Michele
“El hombre fue creado para llevar su
cruz; por eso fue provisto de fuertes espaldas. Un hombre puede soportar su
suerte mientras puede soportarse a sí mismo. Puede vivir sin esperanzas, sin
amigos, sin libros, hasta sin música, mientras pueda escuchar sus propios
pensamientos y oír el canto de un pájaro fuera de la ventana y la voz lejana
del mar”.
(Axel Munthe,
La historia de San Michele)