lunes, 22 de noviembre de 2010

Tecnología: ¿liberación o dependencia?

© Vilma Santillán (texto)-Fotograma de la película Tiempos modernos, con Charles Chaplin (1936).

¿Dónde quedan los cuerpos en la posmodernidad altamente tecnologizada que vivimos? ¿Solos y aislados, convertidos en apéndices de la tecnología o incorporados a ella como un engranaje tecnológico más? Este escrito de Mauricio Rinaldi quizá pueda ayudarnos a aclarar estas dudas.





Tecnología: ¿liberación o dependencia?
© Mauricio Rinaldi (texto)


En general, celebramos positivamente toda innovación tecnológica, ya que la consideramos como un adelanto de y para la humanidad. En efecto, la técnica nos permite el desarrollo de actividades con mayor comodidad, rapidez, seguridad y eficiencia. Todos los aspectos de la vida humana se han visto beneficiados por la incorporación de tecnología, lo cual se valora en términos de calidad de vida.

Sin embargo, hay algunas consecuencias que no siempre tomamos en cuenta. En primer lugar definiremos la técnica como el conjunto de procedimientos normalizados para la manipulación, el tratamiento y el control de un material o situación. Y es a partir de esta definición que nos encontramos con una contradicción: la estandarización de las cosas implica la estandarización de las actividades para producirlas y, por lo tanto, también de las personas que desarrollan dichas actividades. Esto hace reemplazables a las personas, al igual que la pieza de un mecanismo complejo. El desarrollo de la tecnología ha llevado a un proceso de permanente especialización, con lo cual una persona termina sabiendo mucho respecto de una pequeña área de conocimiento, por lo que se hace dependiente de otros que forman la cadena de producción. Como consecuencia, su visión del mundo se reduce ya que no está en posición de ver la globalidad. Pero, además, quien no pueda habérselas con la tecnología queda afuera del sistema. Lo paradójico es que la tecnología debería dar una mejor calidad de vida a todos, pero la realidad es que sólo quienes tienen acceso a ella mejoran sus vidas.

No vamos a negar que nuestra vida hoy sea materialmente mejor que en épocas pasadas. En este sentido, no se trata de rechazar los adelantos tecnológicos. Sólo se trata de no perder de vista que el hombre debe ser el fin y no el medio de los sistemas que crea en cada momento de la historia

No hay comentarios:

Publicar un comentario