jueves, 8 de marzo de 2012

Los cuerpos y las mascotas (Parte I)


© Vilma Santillán (texto y fotografía)

Los animales nos acompañan permanentemente a lo largo de nuestra vida: formando parte de la Naturaleza indómita y salvaje que nos rodea pero también compartiendo nuestros días como “mascotas”. Y esa vida compartida con ellos parece ser más placentera y tranquila que si nos tuviéramos con nosotros: las mascotas ayudan a mantener un buen estado de salud psico-física. Al menos, eso afirman psicólogos, veterinarios y médicos. Y esto vale tanto para personas mayores como para jóvenes y niños.

Diversos estudios médicos han comprobado que, en los casos de personas con depresión, incorporar una mascota a la familia ayuda a mejorar el cuadro clínico: la relación de las personas con las mascotas genera que las primeras se sientan importantes, ya que “alguien” las necesita y deben ocuparse de ellas, cuidarlas, limpiarlas, alimentarlas y pasearlas. Todas estas actividades estimulan positivamente la menta de una persona depresiva.

Además, los animales en el hogar acompañan a quienes viven solos y alejados de sus familiares, haciendo su vida más llevadera. En el caso de mascotas como el perro, al que hay que pasear varias veces al día, obliga a su dueño a realizar actividad física “sin darse cuenta”, así como le permite relacionarse en esos paseos con otras personas, generando un contacto social positivo.

Si bien los animales ideales para el ánimo y la compañía son los perros y los gatos, también las aves, los roedores, los reptiles, los peces y muchos otros generan efectos positivos en nuestra salud.

Yo he convivido con perros, aves, cuises y hamsters. Y a Uds., ¿qué mascotas los han acompañado a lo largo de su vida?

[+info en: www.neomundo.com.ar ]

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